Saturday, June 24, 2017

Raices -- Peru

*un dia en mayo*
Buenas tardes amig@s.

Ando en Perú, en Pisaq, un pueblo habitada por gente linda, sencilla, tranquila. Las mamitas que arman sus puestos todos los días, que venden fruta, verdura, yogur, pan de chuta, choclo, chicha, anticuchos, rocoto relleno, almuerzos, etc. Las mamitas que cargan su bulto, su bebe, el alfalfa para su caballos envuelto en una manta tejida de colores brillantes en su espalda; los niños que juegan en la calle, los señores que trabajan en su chakra, que llevan sus caballos, que manejan sus hostales, que siempre te pitan-- ¿taxi, señorita?. Pisaq es un pueblo antigua, aquí hay ruinas de las Inca, aquí todavía hay mucho campo, mucho naturaleza. Pisaq centro queda en el valle de estas montañas verdes (se llama el Valle Sagrado de los Inca). Esta hermoso. Hay ríos donde corre agua clara, fría, constantemente, linda. Es muy tranquila. Me gusta mucho. 

Ha sido muy interesante conocer Perú. Admito, he conocido muy poco, pero me he encantado. Empece en Piura, un pueblo en la costa, claramente afectada por los diluvios, el huayco, y de allí baje a Lima. Lima es bonito. Me acordó de California-- es limpia, calientita, clima de costa, de playa, y tiene de todo. Hay palmas, discotecas de salsa y reggaeton, comida peruana e internacional; la gente sale a correr o andar en bici en la orilla del mar. Allí me encontré con un amigo que había conocido en México, y me llevo a pasear, a conocer, y lo mejor, a una celebración del cumpleaños de su sobrino con toda su familia. Allí conocí a sus papis, a sus tías, a sus hermanos. Allí escuche como cantan “Japi birtde tu yu“ y después el tradicional Cumpleaños Feliz con mas animo, con palmadas. Uy. Y probé el pastel rica de su tía.  Muy linda su familia. 

De allí fui a Huarmey, una ciudad bastante afectada por el huaico (diluvios fuertes en las montañas que resulta en las aguas del rió subiendo y rompiendo presas, llegando a inundar la ciudad - por lo que entiendo). Allí al principios de mayo todavía muchas casas quedaban inundados con barro. Hay una organización que organiza voluntarios para limpiar desastres naturales que se llama All Hands Volunteers. Fui con ellos a ayudar un poco.

Allí manejan un horario fijo para que temprano entramos al trabajo de limpiar las casas, descansamos para almuerzo, le damos otra vez en la tarde y regresamos para cenar, charlar, y dormir. Me encanto, ¿sabes? Conocí a personas muy interesantes, muy lindas. Algunas de Washington, California, e Indiana, otros de Irlanda, España, Argentina, Australia. El trabajo es divertido, te pone en un estado tranquilo, meditativo; todo el día con la pala y la carretilla con una sola meta = mover el barro de la casa a la calle. También conocimos a los dueños de las casas. Varias veces nos invitaron comidas, trabajaron con nosotros, nos agradecieron. Allí probé papas a la huancaina y el ceviche mixto. Los dos platos super ricos.  Tambien fue un vistazo de la realidad de desastres asi. Esta gente perdio todo. Sus pertenencias, sus casas, sus animales, todo destruido. Empiecen de zero. Que dificil. 

Pase dos semanas con el voluntariado, y de allí fui a Huaraz, una ciudad entre la Sierra Blanca y Negra. Me reuní con dos amigos que habia conocido en el voluntariado, y hicimos unas caminatas en lugares hermosos-- de campo, montaña, una laguna, ruinas. Ahh, allí es donde iba caminando sola, subiendo a unas ruinas a pie cuando la mayoría van en carro, todas las mamitas me saludaban, me decían, ¨Hola Gringita linda, ¿como estas? ¿A las ruinas? Muy bien. Que bueno que hayas venido.¨ :)

Despues baje a Lima. Mi próximo destino era Cusco. 20 horas en bus. Bueno. Lo pase bien. Estuve en Cusco casi dos semanas-- salí a conocer la ciudad, la historia un poco, a comer en el mercado, y a bailar en las noches-- salsa y bachata con Cusqueños que saben bailar y con todos los viajeros que van aprendiendo. Por fin.

  YYYYY volví a ver a mi amiga suprema, mi gran compañera de viaje, Kris. Tuvimos como 48 horas juntas y cada momento fue lleno de alegría, de risa, de historias, de comidas compartidas, de linda amistad. Aprovechamos el día para ir a conocer unas montañas de colores que son como los Painted Hills de Oregon. Pero para llegar a estos tienes que subir caminando unas horas. El día estuvo todo despejado, hermoso, de sol completo, y Kris, el amor de ser que es, trajo galletitas y chocolate riquísima para comer arriba allí. No se, la quiero mucho. Fue tan refrescante verla otra vez; abrazarla sintió como abrazar a mi mama-- así de cómodo, de lindo. Estoy muy agradecida por ese tiempo. Oh, también pasamos una tarde cocinando comida peruana* con ese amigo Peruano, y cenamos con el y sus amigos, una cena completa con vino y baile después (bueno, solamente Kris y yo bailamos, los demás nos miraban con esas caras... jaja estuvo buenísimo). Ah y ya nos toco acompañarle a Kris al terminal terrestre. Le acompañe hasta subir el bus, y allí salí llorando, demasiado triste por la separación y feliz por esos dos días que tuvimos. Ella siguió su viaje a Bolivia, a hacer caminatas y acampar en las montañas, y ir conociendo pueblos. Yo me quede en Cusco un rato mas a bailar y cocinar con mi amigo, y a conocer el pueblo de Pisaq y unas aguas termales por allí.  

En Pisaq conoci un señor en su hostal, que por coincidencia tiene un hermano que se caso con una estadounidense y vive en Portland... Me permitio armar mi carpa en la terraza de su hostal. Asi mas o menos acampe. Estuvo lindo-- hacia frió en la noche, pero veia las estrellas y las montañas y estuvo hermoso. YYY, le dije que me gusta las chakras, y me dijo que podía ir a trabajar en su chakra de voluntaria. Me compro un pico y el siguiente día madrugue para ir a su chakra allí en el pueblo a quitar la maleza de un muro de las incas que esta al limite de su cultivo. Conocí a sus caballos, y estuve toda la mañana en ese lindo lugar, como los huertos de la comunidad; todos tienen su parcela. 

De Pisaq regrese a Lima para volar a Bogota, Colombia. El siguiente y ultimo capitulo de este viaje. 

Este canción escuche en Perú por la primera vez, y me gusto mucho. Siento que es así; ahora que voy conociendo muchas partes, muchas cosas, llevo dentro de mi mis raíces, mis seres queridos, mi visión por el mundo, mis ideas. No se por que, pero todos los días aquí en la finca en Colombia recuerdo mi familia, pero mucho. Mucho a mi tío Jamie que siempre tenia su huerto de flores en Bend, lo trabajaba desde su silla de ruedas. Y de allí a mi papi, que fue es mezclo entre vaquero y hippy. :) Y las mujeres, mama, mi hermana, mi sobrina. Todos los días pienso en ellas y en mi abuelo, todos los que estoy anhelando abrazar y nunca soltar... faltan como 3 semanas para ese momento. Agridulce, porque viajar es hermoso; es aventura, es independencia, es libertad y vacaciones. Es despertarse a cada dia nuevo sin saber que va a pasar, y viviendo cosas que nunca he vivido antes. Y se que cuando llego ya no va a ser así de libre. Allí voy a trabajar, voy a estar donde ya conozco. Pero con todos mis seres queridos, en mi tierra. Ah. No hay nada mejor. Los quiero un montón. Saben quienes son. 


Sigo cruzando ríos
Andando por selvas
Amando el sol
Cada día sigo sacando espinas
De lo profundo del corazón
En la noche sigo encendiendo sueños
Para limpiar con el humo sagrado cada recuerdo
Cuando escriba tu nombre
En la arena blanca con fondo azul
Cuando mire el cielo en la forma cruel de una nube gris
Aparezcas tú
Una tarde suba una alta loma
Mire el pasado
Sabrás que no te he olvidado

Yo te llevo dentro, hasta la raíz
Y por más que crezca, vas a estar aquí
Aunque yo me oculte tras la montaña
Y encuentre un campo lleno de caña
No habrá manera, mi rayo de luna
Que tú te vayas
Pienso que cada instante sobrevivido al caminar
Y cada segundo de incertidumbre
Cada momento de no saber
Son la clave exacta de este tejido
Que ando cargando bajo la piel
Así te protejo
Aquí sigues dentro
*la comida peruana es una delicia. 100 variedades de papas, sopas, granos como la quinoa, kiwicha, todo todo todo tienen. Bebidas calientes de maca, te de coca, todo todo. Y frutas que no conocen. Mi amigo me llevaba a probar de todo (todo lo que sea plantas pues). :)

*sometime in May*
Good afternoon friends,

I am in Peru, in Pisaq, a town inhabited by lovely, tranquil, simple people. The mamitas (older women) who put up their stands every day, who sell fruit, vegetables, yogurt, chuta bread, corn on the cob, a fermented quinoa drink called chicha, grilled meat on skewers called anticuchos, stuffed peppers, lunches, etc. The mamitas who carry their load, their baby, or alfalfa for their horses, wrapped in a colorful blanket on their backs; the children that play in the street, the older men who work in the chakra (their parcel of cultivated land), who walk their horses, who manage hostels, who always honk their horn at you-- ¿taxi, señorita?. Pisaq is an ancient town, here there are Incan ruins, here there is still much countryside, much nature. Downtown Pisaq is in the valley of these beautiful green mountains (it is called the Sacred Valley of the Incas). It is beautiful. There are rivers where water runs clear, cold, steady, lovely. It is very tranquil. I like it very much.  
 
Peru has been very interesting. I admit, I have seen very little, but I have loved it. I started in Piura, a town on the coast that was clearly affected by the floods, the huayco. From there I went down to Lima. Lima is pretty. It reminds me of California-- it is clean, warm, a coastal, beach climate, and it has everything. There are palm trees, salsa and reggaeton clubs, Peruvian and international food; the locals go running or ride bike on the boardwalk. In Lima I met up with a friend who I met in Mexico, and he showed me around his part of the city. He invited me to a birthday party for his nephew-- there I met his whole family. It was delightful. There I heard how they sing ¨Happy Birthday¨ first in English and then the traditional ¨Feliz cumpleaños¨accompanied by clapping. And his aunt made a delicious cake. His family is really sweet. 
 
From there I went to Huarmey, a city very much affected by the huayco (heavy flooding in the mountains that results in the waters of the rivers rising and breaking the damns, rushing into the city - for what I understand). There in the beginning of May still many houses were left flooded with mud. There is an organization that organizes volunteers to help clean up natural disasters. It is called All Hands Volunteers. I went with them to help a little.
 
There they run a strict schedule so that we can get out early to start cleaning the homes. We have a lunch break, then we go out again in the afternoon to work a few more hours until dinner, meeting, and pretty much bed. I loved it. I met really interesting, genuine people. Some from Washington, California, Indiana, others from Ireland, Spain, Argentina, Australia. The work is fun and puts me in a meditative state; all day with the shovel and the wheelbarrow with one goal: move the mud from in the house out into the street. There we met the home owners which was really nice. More than once they invited us to eat meals that they would prepare. There I tried papas a la huancaina (potatoes in a special cream sauce) and ceviche mixto (with all sorts of marine life... ay). They were both delicious. It was also a reality check-- these people lost literally everything material-- we cleaned out the mud and sometimes had to demolish the rest of the house because of the water or mold damage done. All their things, their clothes, their animals, all destroyed. 
I spent two weeks volunteering there, and then I went to Huaraz, a city between the Black and White Mountains (Black is earth, White is snow). I met up with two friends that I had made in the volunteering at the coast, and we took some walks up into beautiful countryside. Ah, there is where I was walking alone, going up to some ruins that most people take a bus to, and all the mamitas greeted me saying, Ah, Lovely Gringita, how are you? You are going to the ruins? How good that you have come. :) Love it. 
 
After this I traveled back down to Lima, and from there to my next destination: Cusco. 20 hours in a bus. Alright. I had a good time. I was in Cusco almost 2 weeks. I walked around the city, learned some of the history, ate in the market, and went out dancing at night. Cusco is pretty touristy (for Macchu Pichu) so there are Cusquenos that teach salsa and bachata lessons... pretty great.

AND! I got to meet up with my wonderful friend, my great travel companion, Kris. We had 48 hours together and every moment was full of joy, laughter, stories, shared meals, beautiful friendship. We took advantage of the day and walked up to the Rainbow Mountains which are similar to the Painted Hills of Oregon. It was a BEAUTIFUL day, clear sunny sky, and Kris, the lovely being that she is, brought animal crackers and ChOcOlAtE up to eat at the peak. I love her so much.

It was very refreshing to see her again; hugging her felt like hugging my mother-- that comforting, that warm. I am very thankful for this time.

Oh, we also spent an afternoon cooking a Peruvian meal with this Peruvian friend I have, and we ate with him and his friends; complete with wine and dancing after! Well, Kris and I danced. The rest watched us and made fun. It was awesome. Ah, and then we walked with Kris to the bus terminal, I stayed with her until she got onto the bus, and I left crying, terribly sad and happy at the same time, because she is such a good friend. She continued her journey south to Bolivia, to go hiking and camping in the mountains and seeing towns. I stayed in Cusco a bit longer to dance and cook with my friend, and to see Pisaq and some hot springs around there.
In Pisaq I met a man in his hostal who by coincidence has a brother who is married to an Oregonian and lives in Portland. What are the chances? He let me pitch my tent on the terrace (roof) of his hostal. It was my compromise for camping. It was nice-- it was cold at night, but I saw the stars and the mountains and it was beautiful. AND, I told him that I like farming, and he told me I could go work on his chakra (farm) there in the town the next morning. So I went and weeded this ancient Incan rock wall on the edge of his planting. I met his horses and I got to enjoy the sun and the peace all morning there in this type of communal land space.

From Pisaq I returned to Lima to fly to Bogota, Colombia. The next and last chapter of this trip.
I heard this song in Peru for the first time, and I love it. I feel like it is true what it says; right now as I am seeing and experiencing many places, many things, I carry inside myself my roots, my loved ones, my vision for the world, my understanding of it all. I don't know why, but every day here on this farm in Colombia I remember my family. Every day. I remember often my Uncle Jamie who always had his flower garden in Bend. He tended it from his wheelchair. And from there I remember my father, who was this mix between a cowboy and a hippy. And the women-- Mom, my sister, my niece. Every day I think of them and my grandpa. Every day I am longing to hold them and never let them go... just about 3 weeks until this moment. Bittersweet, because traveling is wonderful; it is adventure, independence, freedom and vacation. It is waking up not knowing how the day will go, and experiencing things I've never experienced before. And I know that when I arrive home it isn't going to be so free. There I will work, I will be in a known place. But with all of my loved ones, in my land. Ah. There is nothing better. I love you so much. You know who you are.

No comments:

Post a Comment